
El 2019 cerró con fuertes movilizaciones sociales. En una nota periodística se le llamaba Octubre insurrecto a esa explosión de disgustos movilizados que marcaron a Latinoamérica en la segunda mitad de 2019. Colombia no fue la excepción y también hubo fuertes marchas en todo el país haciéndole frente a las medidas neoliberales y al gobierno uribista.
En este marco de efervescencia social surge lo que se llamó la Primera Línea, esto es, un conjunto de marchantes que defendía al resto de la movilización frente a la violencia desatada por las fuerzas estatales. El escuadrón ha sido un actor muy violento. Recordemos que nunca se ha terminado de zanjar la discusión sobre la regulación y papel del ESMAD (Escuadrón Móvil Antidisturbios) como fuerza de control.
Esta idea de la primera línea parece que fue algo muy fuerte en Chile: muchos marchantes se defendían y equipaban con lo que tuviesen a mano. Además de esto la customización o personalización del conjunto del arsenal civil resultó en algo infaltable. Esta ornamentación del equipo de defensa bélica me resulta algo muy llamativo.

En Colombia, la primera línea se autoidentificó como los Escudos azules. Además del color tenían un símbolo en el medio que hace referencia a la Resistencia en el universo cinematográfico de Star Wars (La guerra de las galaxias). De esta manera se tejía una identidad entre los disidentes del Imperio galáctico y los marchantes estudiantiles de Colombia. Siguiendo la metaforización el emperador galáctico sería el innombrable: el más malo de los malos.

La elección de este símbolo es algo que me llama la atención, no porque esté en desacuerdo ni mucho menos (Cómo me gustaría tener el coraje de ellos y la persistencia de los militantes) sino que me parece que esa elección nos dice algo más. Aún no sé qué podría ser pero podría abonar sobre algunos elementos.
Por un lado, me parece interesante pensar que se necesitan de logos, símbolos e iconos para construir identidades políticas. Por otro lado, me parece curioso que esos símbolos provengan del cine, al menos algunos relevantes y significativos. Esto casi que me dicta una sensación de que nos faltan símbolos autóctonos, ya sea literarios, fílmicos, históricos, étnicos, etc. Entonces pareciera que el cine y específicamente algún cine de culto se nos vuelve la herramienta principal de fuente inspiradora. Pienso en los debates y lo que generó la película V for Vendetta y la máscara de Guy Fawkes como símbolo de resistencia en general y con Anonymous en particular. Pareciera que el cine nos homogeneiza en los sentires y accionares.

También es cierto que estos colectivos o multitudes no son expresiones caóticas como se las suele mostrar desde la prensa más conservadora sino que obedecen a lógicas que parecen muy lejanas para aquellos que no salen nunca o para aquellos que no se identifican con las movilizaciones. En estas lógicas aparecen muchos símbolos e iconos curiosos: no es tema ahora pero piensen en que en muchas ciudades latinoamericanas aparecía la figura del Joker (inspirados en la película homónima de 2019).

No quiero tampoco decir que el cine es la única fuente privilegiada. Vemos también cómo nos vamos apropiando de banderas, iconos, símbolos y pañuelos que surgen de diferente manera. Sólo quiero resaltar un poco el papel del cine en la interpretación de la realidad y la orientación para la resistencia (o su adaptación o actualización) en las marchas y protestas del país.
En ese sentido, considero significativo ver el recorrido de esos símbolos e iconos nuevos que nos los apropiamos para identificarnos en las resistencias. No creo que sea un asunto menor pero quizás no sea lo más relevante. En todo caso, considero que el cine se ha vuelto la fuente privilegiada de lo que otrora fuera la radio, la televisión o la literatura.
Es cierto, además, que la pandemia y el encierro consecuente acalló todo el movimiento social que vivíamos a finales del 2019, o por lo menos obstaculizó toda esta movilización: las calles ya no son de los estudiantes y militantes sino del virus. Espero que más pronto que tarde se pueda volver a las calles a ganarse más derechos y hacer respetar los pocos que tenemos.
