Durante una pausa del teletrabajo, ojeando en Facebook algunos “Me Gusta”,  me topé con un video llamado “La Prohibida Historia de la Humanidad”. Este comenzaba con la siguiente pregunta: ¿Alguna vez te has indagado, por qué en las escuelas enseñan tan poco, o casi nada, sobre la civilización de Los Sumerios? Cuando la escuche, me conecté con el tema.

En los primeros treinta segundos pensé en dos cosas: primero, que era innegable que existiera un vacío en la enseñanza sobre esta civilización a nivel de la secundaria; y segundo, recordé la columna de Moisés Wasserman publicada recientemente en el periódico El Tiempo, donde el autor menciona que la escritura es el principal aporte hecho por Los Sumerios.

Solo bastó un minuto más para que toda mi expectativa se derrumbara. Después de la pregunta y un breve resumen sobre Los Sumerios, el vídeo empezó a narrar que seres de otros mundos habían sembrado la vida inteligente en la Tierra, a lo que “expertos” en estos temas denominan Creacionismo Alienígena. Estos seres, que provenían del planeta Nibiru, pertenecían a una civilización llamada los Anunnakis, que llegaron a la Tierra hace cuatrocientos mil años (en busca de oro, por cierto) modificaron genéticamente a los Homo Erectus para crear al Homo Sapiens… Bla, bla, bla… No voy a describir todo, porque no merece más palabras en este espacio.

Como consecuencia del cacharro con este video, empecé a revisar un poco sobre este asunto. Inicialmente encontré que los Anunnakis son un grupo de dioses sumerios y acadios; según la mitología mesopotámica, eran dioses poderosos y vivían con Anu en el cielo. Sin embargo, en los años 70, se hizo una interpretación de estos mitos y estos dioses terminaron siendo alienígenas.

En la actualidad hay una infinidad de libros, revistas, películas y conferencias que hablan de extraterrestres. Lo más curioso es que mezclan muchas áreas, como cuando se prepara un sancocho, tales como: astronomía, viajes en el espacio y el tiempo, astrología, religión, Nueva Era, OVNIS, complots gubernamentales, metafísica de Conny Méndez y así sucesivamente. Por ejemplo, los ufólogos hablan de antiguos astronautas que visitaron la Tierra; otros entran en explicaciones alienígenas con evidencias encontradas en la biblia, que justifican la expulsión de Adán y Eva del paraíso y el diluvio universal como una represalia de los extraterrestres por la rebelión de los Sapiens cuando estos fueron dominados por los Anunnakis. Como otro ingrediente sazonador, estos visitantes, además de mensajeros celestiales, eran grandes ingenieros y arquitectos. Al final, hay toda una suerte de relaciones estrambóticas, similares a la respuesta de la señorita Antioquia en el reinado de Cartagena de 2008.

Un aspecto que se escucha con frecuencia es la relación entre las colosales edificaciones antiguas con la ingeniería civil alienígena, como el camino más fácil para explicar incógnitas constructivas de hace tres mil o más años. Por ejemplo, las pirámides de Egipto, donde, quizás décadas de esfuerzo humano en cada pirámide, el empleo de miles de esclavos, de conocimientos y técnicas hoy perdidos, quedan minimizados por la tecnología alienígena. Stonehenge en Inglaterra, la fortaleza de Sacsayhuamán en Cuzco y Teotihuacán en México, entre otros, no escapan a la intervención civil extraterrestre.

Pirámide del Sol, Zona Arqueológica de Teotihuacán, en Mexico.
Fotografía del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH).

La pseudociencia que soporta todo lo anterior, sin una base sólida, nos ha acompañado desde hace décadas y en los últimos años se ha masificado en función directa con el uso de Internet. Creo que todos hemos estado en contacto con estos temas, y no falta el amigo, aficionado a la ufología y conspiraciones galácticas, que esté convencido y los trate con frecuencia.

Adicional a Internet, el auge de las pseudociencias es –probablemente– producto de la televisión y el cine. Estos medios aportan su granito de arena a que cientos de incautos queden convencidos y, después de muchas horas de T.V., convertidos en “expertos” en asuntos sobre alienígenas y otras vainas por el estilo. Me pregunto, ¿qué tanto han influido el cine, la T.V y YouTube para que las personas terminen aceptando y creyendo en la posibilidad de invasiones alienígenas o en la existencia de antiguos astronautas?

Otro de los problemas que considero grave es la tergiversación de algunas ramas del conocimiento a treves del cine y la T.V de temas de pseudociencia. Un ejemplo es la película “Indiana Jones y el Reino de la Calavera de Cristal”, donde el protagonista termina enredado en una serie de conspiraciones con los rusos, una antigua civilización prehispánica y alienígenas huyendo a otra dimensión. En esta pelicula no queda claro lo que hacen verdaderamente los arqueólogos, los cuales tienen un acercamiento metódico a la compresión de la cultura de sociedades ya desaparecidas.

Estos amantes de las pseudociencias y entusiastas de los OVNIS, ¿se habrán cuestionado sobre cuántas posibilidades hay de qué exista una civilización inteligente en nuestra Galaxia? Para los creyentes de Anunnakis, les digo: si existiera una civilización inteligente en un planeta Niribu con un periodo orbital de 3600 años en torno a nuestro Sol, seguramente ya hubiéramos detectado sus señales a través de los cientos de radiotelescopios que hay por toda la Tierra. Este tema es extenso y apasionante; sobre las posibilidades de vida extraterrestre, exoplanetas y la comunicación entre civilizaciones lo trataremos en una próxima entrada.

Desde los años 60 se viene buscando, especialmente con el proyecto SETI, vida inteligente extraterrestre. Hasta ahora no hay evidencia de nada. También se han formulado ecuaciones que alimentadas con ciertos datos, permiten calcular el número aproximado de civilizaciones inteligentes con capacidad de establecer contacto por medio de ondas electromagnéticas. Carl Sagan en el Capítulo XII: “La Enciclopedia Galáctica” de la serie Cosmos, presentó y explicó en un cartoncito, la famosa ecuación de Frank Drake, donde intenta calcular un número para responder a la pregunta: ¿cuántas civilizaciones inteligentes, con conocimientos de radioastronomía, hay en la Vía Láctea?

Ecuación Drake explicada por Carl Sagan, Capítulo XII «La Enciclopedia Galactica» de la serie Cosmos.

La ecuación de Drake es polémica, tiene sus seguidores y detractores, pero sin lugar a duda es una aproximación para intentar estimar, con cierta incertidumbre, cuantas de estas civilizaciones podría tener Vía Láctea. Es una posición más modesta y no tan hollywoodesca, como pensar en antiguos astronautas viajando a la Tierra, buscando oro, modificando genéticamente a los Homo Erectus y milenios después, ayudando a construir pirámides, porque pobrecitos, aún seguían siendo inferiores.

Me pregunto: ¿Por qué las pseudociencias tienen tanta acogida? ¿Por qué las personas son tan propensas en dar por cierto estos asuntos? Lo que sí creo es que en los colegios se debe reforzar, por ejemplo, el estudio y la importancia de los Sumerios y su impacto en el mundo hiperconectado de hoy: el calendario, la escritura, el cero, los sistemas de riego, etc.; se debe enseñar a cuestionar a la ciencia y a las pseudociencias. Esto permitirá asegurar que ese tipo de discursos no permeen tan fácil las mentes de las personas. También se debe enseñar la ecuación de Drake, que puede ser explicada a los jóvenes de bachillerato con la debida pedagogía, para que, con algunos argumentos y datos, no permitan que los Anunnakis les invadan sus mentes.